Este 2 de octubre celebramos el 93 Aniversario del Opus Dei, que se puede explicar como un camino dentro de la Iglesia a través del cual Dios llama a los hombres y a las mujeres de toda edad y condición a santificar la vida ordinaria. San Josemaría decía que “es un instrumento para servir a la Iglesia, para servir a las almas, para contribuir a la paz y a la felicidad de las criaturas todas”.

San Josemaría animó a muchos padres a promover centros educativos, como el colegio Los Pinos, en todo el mundo con la finalidad de formar chicos y chicas que con una sólida formación académica, humana y cristiana contribuyan al desarrollo de la sociedad. Estas labores educativas se caracterizan por la atención personalizada, el trato cercano y amistoso con los padres y alumnos, y entre los profesores; el amor al trabajo bien hecho, cuidando las cosas pequeñas; el espíritu de servicio y la preocupación social.

La libertad es un rasgo característico de las labores educativas que han nacido con el aliento del Opus Dei. Sin libertad no es posible formar; pero la libertad se debe enseñar a usar adecuadamente, para alcanzar una vida lograda, una vida feliz.

En relación a la libertad, y en concreto a la vida de piedad, San Josemaría aconsejaba a los padres: “No les obligues a nada, pero que os vean rezar: es lo que yo he visto hacer a mis padres y se me ha quedado en el corazón. De modo que cuando tus hijos lleguen a mi edad, se acordarán con cariño de su madre y de su padre, que les obligaron sólo con el ejemplo, con la sonrisa, y dándoles la doctrina cuando era conveniente, sin darles la lata”.

Nuestra comunidad educativa

Siguiendo las enseñanzas de San Josemaría en Los Pinos, tenemos como objetivo lograr una comunidad educativa sólida en la que se respete el valor de los padres como principales educadores de sus hijos. En esta tarea los acompañan maestras muy bien capacitadas y con una profunda vocación a la enseñanza que con sus conocimientos, ejemplo, paciencia y cariño facilitan el camino de nuestras alumnas para que lleguen todo lo lejos que quieran llegar, para lo que día a día procuramos crear un ambiente de alegría y libertad, en el que ellas mismas sean protagonistas se su propia formación.

En este clima de libertad y a través del trato personal y el interés sincero por el mejoramiento de cada una de las niñas, procuramos ayudarlas a crecer en esas virtudes humanas que les permitirá ser mujeres líderes en donde quiera que estén. La sinceridad, el respeto, la honestidad, el espíritu de servicio y el trabajo bien hecho son algunos de los valores fundamentales que buscamos trasmitir a través de todas las actividades que se realizan.

 Identidad cristiana

La entidad cristiana de Los Pinos no es un añadido, o un barniz, está en la esencia de todo su proyecto educativo. Debe manifestarse en las enseñanzas académicas, en los valores que se transmiten en el diario vivir, en la coherencia de vida de todo el personal docente y administrativo.

Se procura que las niñas crezcan en un ambiente que les ayude a comprender que la felicidad está más en dar que en recibir y que los dones que han recibido darán fruto si se cultivan para ponerlos al servicio de los demás. Por este motivo, las labores sociales son otro pilar fundamental de la educación de Los Pinos, puesto que esta experiencia que deja un aprendizaje significativo en la vida de las alumnas, que les lleve a respetar a las personas por lo que son, con palabras de San Josemaría “cada alma es un tesoro maravilloso; cada hombre es único, insustituible. Cada uno vale toda la sangre de Cristo”.

Nos unimos a la acción de gracias de las decenas de miles de fieles del Opus Dei y de Cooperadores y amigos que el 2 de octubre dirigen a Dios por este camino que ha suscitado dentro de la Iglesia para el bien de las almas, de tantas familias, de niños y adolescentes que se han beneficiado de su mensaje de amor y fidelidad a Dios en medio del mundo.

Artículo escrito por María Mercedes Manrique, tutora del Colegio Los Pinos.