Sofía Vergara colegio los pinos quito ecuadorSofía Vergara, sin duda, es de esas mujeres que te inspiran al instante de conocerla. Su testimonio y forma de vivir el día a día es el reflejo de la lucha diaria por cambiar el mundo, desde su lugar.

Del Colegio se graduó en el 2015 y con ella se llevó gratos recuerdos con amigas y todo lo aprendido dentro y fuera de las aulas. Uno de los aspectos humanos que más rescata es el acompañamiento espiritual recibido en aquellos días, algo que le ha permitido mantenerse firme en sus ideales, creencias y valores.

Después de culminar el Colegio, Sofía Vergara empezó a estudiar Neurociencia y Química en Smith College, una universidad estadounidense solo para mujeres, siendo ella una de las tres latinas admitidas y la única ecuatoriana de su generación. En la actualidad, vive en Boston, Massachusetts, y trabaja como asistente de investigación en Harvard Medical School y Broad Institute.

Actualmente, desde ahí, trata de visibilizar la urgente necesidad y atención médica que merecen los migrantes, especialmente los latinos, comunidad más afectada e ignorada durante la pandemia. En particular, ayuda a realizar encuestas sobre trastornos gastrointestinales, después de la infección del COVID-19, en poblaciones hispano hablantes que, de otra manera, no estarían representadas en el estudio por el obstáculo que significa el idioma para muchos de ellos.

“Dada mi formación en un colegio y una familia católica, mi vida profesional ha ido acompañada de una vida espiritual vinculada al servicio de los más necesitados. Para mi ha sido importante el advocar por la necesidad de los migrantes en el sistema médico americano.”

Para convertirse en la mujer que es hoy ha tenido que pasar por muchas dificultades, tanto personales como académicas; sin embargo, afirma que con la ayuda de Dios y de su familia ha podido seguir adelante representando a la mujer latina científica.

La preparación y el arduo trabajo de Sofía Vergara en sus años universitarios y en el ColSofía Vergaraegio, resaltando, sobre todo, el Programa del Bachillerato Internacional y el destacado nivel de inglés, le ayudaron a desenvolverse en un ámbito exigente, donde se desarrollan herramientas moleculares para tratar enfermedades como la epilepsia y la esquizofrenia.

Uno de los últimos descubrimientos en los que ha participado, ha sido usado para tratar epilepsia en roedores que, ahora, se encuentra en etapa de desarrollo para el uso en humanos.

En este corto, pero interesante trayecto de su vida, ha aprendido a salir de su zona de confort y explorar nuevos mundos, lo que le ha enseñado la importancia de tener una actitud trabajadora, una mente abierta y un espíritu luchador.

Además, desarrollarse en un ambiente femenino, por tantos años, le ha inspirado a defender sus ideas y opiniones frente a otros; crecer viendo a mujeres en puestos de liderazgo y toma de decisiones ha puesto en ella el deseo constante de dirigir, día a día, pequeñas luchas en beneficio de la mujer latina científica en Estados Unidos.

 

¡Mujeres que cambian el mundo!