El camino de Doménica Larrea ha estado lleno de altos y bajos, pero de todo ha sacado un aprendizaje, sobre todo, ha podido conocerse a sí misma. Su familia y el Colegio han desempeñado un rol esencial en su proceso, pues contribuyeron en su formación para ser la mujer que es ahora.
La pandemia del COVID-19 ha significado para muchas personas un cambio de planes o, incluso, cancelación de los mismos; sin embargo, para Doménica Larrea no fue un impedimento. Se graduó del Colegio en medio de la crisis sanitaria y persiguió sus sueños que la llevaron hasta Suiza, donde estudia Administración de Empresas en Gestión Hotelera Global, en Les Roches, una de las instituciones educativas líderes a nivel mundial en dirección de la hospitalidad.
Cambiar el mundo implica gran valentía y resiliencia, adaptarse a nuevos cambios y procesos ha permitido que Doménica tenga sus objetivos claros y, de esta manera, ir por ellos sin miedo a lo inesperado. En su lugar actual, siendo la mujer que es, quiere influir de manera positiva en la gente y marcar una diferencia significativa.
“Desde que llegue, mis amigos y compañeros me preguntaban por qué era tan buena y eso me hacía reflexionar en cómo nosotras podemos ser luz en cualquier lugar. Creo que la mejor forma de hacer un cambio es siendo ejemplo para los demás.”
La oportunidad de aprender el idioma francés en las aulas del Colegio le ha permitido explorar lugares nuevos y conocer personas que han contribuido en su crecimiento personal. Pero, más allá de la formación académica, los años en Los Pinos, y el apoyo constante de su familia, inculcaron en ella virtudes esenciales para su vida. El respeto, la solidaridad y la honestidad son aquellas que rescata y las pone en práctica a diario.
Doménica, ciertamente, es de esas mujeres líderes que nos recuerda que cambiar el mundo no es imposible cuando te muestras auténtico. Estamos seguras que este corto camino recorrido será el inicio de grandes cosas para Dome.