LA FRUSTRACIÓN EN LOS NIÑOS NO ES TAN NEGATIVA COMO PARECE
Estudios revelan que hoy por hoy los jóvenes entre 18 y 30 años acuden con mucha frecuencia a citas médicas de salud mental y esto se cree que sucede porque ellos no han sabido superar los problemas e inconvenientes de la vida.
Vivir la frustración de la manera correcta es importante porque de esa manera los niños podrán afrontar dificultades más graves en la vida.
Según un artículo escrito por Solange Paredes en Catholic Link, “los niños se tienen que frustrar para poder aprender y elaborar recursos. Es indudable, al mismo tiempo, que la vida es dura y las desilusiones que a veces esta nos trae son ineludibles por esa razón es importante que se viva de buena manera la frustración. Todos hemos conocido o sabemos de personas que viven sobreprotegidas y cuyos padres se desviven por mantenerlas en una burbuja. Es su afán de protegerlos en el corto plazo consentirlos ese rato porque así es más fácil darles lo que quieren en vez de lidiar con un berrinche.”
Generalmente, los niños se equivocan con un poco más de libertad y sus errores no siempre son muy grandes. Por esa misma razón la frustración o el enojo debe ser algo controlable que los niños vivan y sepan manejar porque más adelante los problemas que se presentarán serán más complicados cuando sean jóvenes o adultos. La frustración ayuda a desarrollar herramientas emocionales para superar y atravesar adversidades.
