Sabemos que, para los padres y los educadores, enseñar a los niños a pensar, no siempre resulta una tarea fácil. Sin embargo, el progresivo crecimiento del relativismo hace que hoy en día educar el pensamiento crítico sea una tarea muy necesaria que implica además prepararlos para ser verdaderamente libres.
Al favorecer el pensamiento crítico en los niños les ayudamos a crecer en su capacidad de razonar, juzgar con argumentos, adquirir nuevos conocimientos, resolver problemas con éxito, tomar decisiones con seguridad y prudencia, etc.
Robert Swartz, creador de Thinking Based Learning (TBL), metodología que aplicamos en Los Pinos, afirma: “Todo el mundo piensa, pero no todo el mundo piensa con el cuidado y la habilidad que debería” y sostiene que todos solemos realizar «un pensamiento superficial, precipitado, de miras estrechas, poco claro y desorganizado».
Cuando pensamos, formamos ideas en nuestra cabeza que automáticamente analizamos para dar valor a una situación determinada. Por eso, el pensamiento crítico es muy útil dentro del inmenso mundo del aprendizaje. Para formar a los niños en el arte de pensar de una manera eficiente es necesario generar una práctica consciente. A edades tempranas, podemos empezar por observar e interpretar: ¿Qué veo? ¿Qué pienso? Esta forma de proceder servirá de base para cuando sean más grandes. En Los Pinos aplicamos la metodología TBL desde el preescolar, aprovechando todas las oportunidades posibles para desarrollar destrezas de pensamiento y habilidades de la mente.
Pero, ¿es posible enseñar a los niños a pensar? ¿Cómo lo hacemos? Decirlo puede sonar fácil, pero ponerlo en práctica es el verdadero reto, más aún cuando se trata de querer darles lo mejor a nuestros hijos. A continuación, te presentamos cuatro actividades muy útiles que ayudarán a los niños desde muy pequeños a educar su pensamiento crítico.
Puedes aplicarlas en casa en cualquier momento y que mejor si aprovechamos el tiempo de vacaciones para hacerlo. Esta etapa puede convertirse en la oportunidad perfecta para trabajar con tus hijos en actividades que puedan contribuir en su desarrollo integral.
Cómo enseñar a los niños a pensar
- Leer cuentos y realizar preguntas sobre ellos ayuda a mejorar su concentración, promueve la comprensión lectora y activa la reflexión. Recuerda también que los cuentos con moraleja ofrecen una enseñanza implícita que los niños tendrán que interpretar.
- Descifrar problemas y acertijos a través de diferentes juegos permitirá que los niños ejerciten su capacidad de análisis y razonamiento.
- Resolver juegos de pistas o escape room. Estas actividades son propicias para promover el pensamiento y la lógica, además de promover el trabajo colaborativo y la toma de decisiones.
- Descifrar jeroglíficos y secuencias lógicas. Estos dos tipos de actividades aportan, de una manera simbólica, un camino de análisis que los llevará a la resolución de problemas.
Todas estas alternativas promueven el desarrollo de habilidades cognitivas y destrezas de pensamiento que les enseñará a dar razones y someter a juicio lo que ellos mismos argumentan. Adicionalmente, les llevará a hacerse preguntas e intuir posibles consecuencias de una acción o decisión. Motivar a los niños a formularse buenas preguntas ante una situación nueva es una manera eficaz de mostrarles la necesidad de pensar críticamente, así se darán cuenta que es una herramienta imprescindible en la sociedad actual.
Artículo escrito por Pinina Delgado, coordinadora del Departamento de Orientación y Familia del Colegio Los Pinos.
