Bienvenidos al Colegio Los Pinos

Bienvenidos al Colegio Los Pinos

En 1968, año de las grandes revoluciones culturales, en Quito, un grupo de padres de familia y algunos académicos, iniciaron también otra revolución: Los Pinos, a fin de formar niñas y adolescentes para que sean grandes mujeres que contribuyan a mejorar el mundo, desde su propio lugar en la sociedad, desde su propia feminidad y desde su genio femenino.

Los años han mostrado que el colegio ha estado siempre en la vanguardia de los cambios pedagógicos: trilingüismo, Bachillerato Internacional, Enseñanza para la comprensión, programa de los hábitos de la mente y hábitos del corazón, Proyecto AT -para aprendizajes tempranos de las alumnas más pequeñas-, -y, sin afán de hacer una enumeración exhaustiva, el reciente proyecto que hará que Los Pinos sea pionero en Ecuador en obtener la certificación internacional TBL -Thinking Based Learning (Desarrollo del Pensamiento)-, dirigido por expertos asesores de Estados Unidos y España.

Hoy, con 53 años de experiencia en la educación y formación de niñas y adolescentes me pregunto: ¿qué es lo mejor que el colegio puede dar? Lo primero es formar, dar un paso adelante, implicarse, conocer a las alumnas, acompañarles a cada una, enseñarles a amar, presentarles lo que da sentido a la vida. Lo mejor que podemos hacer con nuestras alumnas es ayudarlas a discernir, para que se lleven en la cabeza y en el corazón la idea de que la misión que tienen en la vida es una invitación a servir; que necesitan descubrir dónde servir, en qué escenario, a quiénes servir, y cómo. La vida, la vocación, es un encargo, y la adolescencia es el momento de lanzarse a indagar cuál es el encargo propio.

“Los jóvenes son como las cometas: les das hilo y vuelan” dice una conocida profesora de universidad. Y es así. Nuestra tarea, la del colegio, es dar hilo, a veces soltar, a veces jalar. Animar y exigir para que nuestras alumnas sigan siendo mujeres dignas de respeto, que se ganan los mejores puestos en las universidades nacionales y extranjeras y se constituyen en aquellas mujeres líderes que cambian el mundo.

Pilar Costa de Martínez, Directora General