[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”3495″ img_size=”large”][vc_column_text]Vi a un pequeño tirado en el suelo en un mar de llanto. Esto sucedió hace una semana, mientras hacía las compras y caminaba apresurada por los pasillos del supermercado. En esas prisas, de pronto alcancé  a ver al niño: Su madre, mientras tanto, nerviosa, trataba de adivinar qué era lo que su niño pedía con tanta ansiedad. No pude evitar detenerme y mirar.[/vc_column_text][vc_column_text]Esa situación me hizo recordar las veces en que mi pequeña ha intentado chantajearme para conseguir alguna cosa. Y debo confesar cuando comenzaba a hacer berrinches (a eso de los dos años de edad), muchas veces se salió con la suya; pero empecé a poner atención al ciclo de sus berrinches. Aprendí a diferenciar las razones por las que surgía un berrinche de enojo o uno de llanto; aprendí a escucharla y a ponerme en su lugar, aprendí a no dejarme manipular y, lo que resultó más difícil , a decirle “No”. Esto puede parecer superficial para algunos, pero incluso se han hecho estudios serios para evitar los berrinches.[/vc_column_text][vc_column_text]Los niños quieren todo para ellos y muchos papás caemos en el error de complacerlos, con el fin de evitar a toda costa que “sufran”. Amar, cuidar y consentir a nuestros hijos no está mal, pero a veces ellos necesitan aprender que no pueden tenerlo todo, y mucho menos a través de un berrinche. Por todo ello, aquí te cuento las cinco acciones que a mí me ayudan a tranquilizar a mi hija cada vez que hace un berrinche:[/vc_column_text][vc_column_text]

  1. Dale otra dirección a su atención 

Dale otra dirección a su atención cuando te percates de que va a empezar un berrinche porque quiere que le compres un juguete, con suavidad tómalo de la mano y pídele que te acompañe a buscar el alimento que tanto le gusta a su perro; haz que su mirada y su atención se vuelquen en otra cosa, que no sea lo que él quiere. Puedes también pedirle que juntos canten su canción favorita o contarle un cuento, o un chiste.[/vc_column_text][vc_separator color=”custom” accent_color=”#571b74″][vc_column_text]

  1. Abrázalo o levántalo del piso

Es necesario que lo controles. Si a pesar de lo anterior prosigue en su intención y ya ha empezado a gritar o patalear. Lo importante es que le otorgues una explicación. Los niños, al igual que tú como adulto, necesitan razones válidas para saber el porqué de las cosas. Acércate a él/ella, míralo o mírale a los ojos y con un tono de voz calmado dile “Te entiendo, sé que quieres que te compre ese chocolate, pero recuerda que no has comido y es necesario que primero lleves comida sana a tu pancita y después compramos el chocolate”. En cuanto concluyas la frase tienes que volver al paso 1, redireccionar su atención.[/vc_column_text][vc_separator color=”custom” accent_color=”#571b74″][vc_column_text]

  1. Es imprescindible que dejes tu actitud de mamá comprensiva y le hagas saber que tú eres la autoridad

Si a pesar de eso ahora grita aún más, o incluso ha comenzado a agredirte. Te sugiero que con un gesto de molestia (evita forcejear con él o insultarlo) le des una advertencia; puedes decirle “Estás empezando a perder el control y así no funcionamos, te he dicho que no, y no hay marcha atrás”. Tómalo de la mano con firmeza (sin llegar a lastimarlo) y llévalo contigo, pero ignora todo lo que hace o dice. Con esto le estás demostrando que fuiste amable y comprensiva con él, pero que no tolerarás más una mala actitud.[/vc_column_text][vc_separator color=”custom” accent_color=”#571b74″][vc_column_text]

  1. Mantén tu postura

Si lo has hecho bien, a estas alturas el pequeño/a debe estar sollozando y tratando de recuperarse de su “gran decepción”. Es importante que sigas ignorando lo que dice y mantengas tu cara de molestia. Aún no es tiempo de ser cariñosa con él/ella, si lo haces puede volver al berrinche. ¡Recuerda! que nuestros hijos/as están midiéndonos hasta que marquemos el límite.[/vc_column_text][vc_separator color=”custom” accent_color=”#571b74″][vc_column_text]

  1. Dale, con amabilidad, la explicación que ya le habías dado en el paso 2

Cuando tu hijo/a ha conseguido mantenerse tranquilo por más de cinco minutos es momento de hablar con él. Es necesario que vuelvas a explicarle, y dejarle bien claro que no accederás otra vez a sus chantajes. Pregúntale si ha entendido el por qué le has dicho que no a su petención y escucha lo que te dice, pon atención a las emociones que expresa e invítalo a que no lo vuelva a hacer.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”7/12″][vc_column_text]No tengas miedo de darle razones a tus hijos/as, no importa que tengan 2, 5 o 7 años de edad; no subestimes su entendimiento. Verás cómo entre más explicaciones razonables des, más rápido dejarán de hacer berrinche por la misma situación. Si no te das por vencida y lo llevas con firmeza te sorprenderás de los buenos resultados.

Puedo decirte que mi hija de vez en cuando intenta hacer un berrinche, pero ha dejado de hacerlo tan seguido y ahora es ella quien me dice, “Mami, primero hay que comer y luego compramos el chocolate”.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”5/12″][stm_blockquote blockquote_view_style=”bordered” cite=” Paola López Martínez, Redactora del Blog Familias.com”]Puedo decirte que mi hija de vez en cuando intenta hacer un berrinche, pero ha dejado de hacerlo tan seguido y ahora es ella quien me dice, “Mami, primero hay que comer y luego compramos el chocolate”.[/stm_blockquote][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Información tomada de:
Paola López Martínez. 5 acciones para controlar los berrinches de mi hijo. Familias.com. Recuperado de:  https://familias.com/1964/5-acciones-para-controlar-los-berrinches-de-mi-hijo[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]