Hoy en día la tecnología nos ha invadido y nuestros hijos están inmersos en ella. ¿Qué debemos hacer los padres para manejar esta situación? Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs) son herramientas fundamentales en nuestro día a día que nos facilitan el acceso a datos y al diálogo entre personas que están geográficamente separadas.
Las Tics fueron creadas con un fin positivo para la sociedad, sin embargo, sus consecuencias pueden ser perjudiciales, si es que están siendo utilizadas en exceso o de mala manera. “El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) publicó las cifras de los menores que están involucrados con la tecnología. Así, el 2,6% de los niños entre 5 y 11 años tiene smartphone y utiliza las redes sociales”. (Telégrafo, 2018). A pesar de estos datos tan alarmantes, esto no quiere decir que todos los niños y adolescentes sean adictos.
Existen varias señales para conocer si tu hijo sufre de una adicción hacia la tecnología entre estas están:
- Reducción de sus horas habituales de sueño y perdida de noción del tiempo.
- Descuido de sus tareas y actividades sociales.
- Apego excesivo de los aparatos móviles.
- Cambios repentinos de humor.
Si es que tu hijo presenta varios de estos aspectos constantemente, puede que esté dentro de este grupo de niños. Es importante que cada padre se preocupe de revisar lo que su hijo está haciendo durante su tiempo libre para así poder saber si es que necesita tomar medidas. Se debe controlar y limitar el tiempo de uso de estas tecnologías, fomentar actividades recreativas con todos los miembros de la familia como: el deporte, la cultura, la lectura, el cine, las manualidades, baile, etc. De igual forma es importante tener una buena comunicación con ellos y así conocer sus intereses.
“Como conclusión, las Nuevas Tecnologías de por sí, no son malas, si lo es un uso inadecuado de ellas, y los niños y los adolescentes son especialmente vulnerables a estos efectos.Debemos favorecer en ellos un pensamiento crítico sobre los peligros que tienen las redes y limitar el tiempo de conexión. Así como inculcar otro tipo de ocio, empezando por nosotros mismos, para que no necesiten tanto las TIC`s y sean capaces de divertirse por otros medios.” (Caballero, 2018)
Fuente: Mónica Gonzalo Caballero, sicóloga, Psicoterapeuta infanto-juvenil en Revista Ser Padres.