Con estas 5 señales reconocerás si tu hijo está listo para ir al baño y dejar el pañal.
Para facilitar esta transición, es importante prepararlo para las actividades que conlleva este proceso. Sin embargo, antes de comenzar, la Academia Americana de Pediatría recomienda evaluar si tu hijo está realmente listo. Dos factores comunes que retrasan este proceso son la comodidad de los pañales desechables, que evitan el constante ciclo de lavado, y la creencia de que los niños deben estar completamente entrenados antes de ir a un preescolar. Aunque esta idea es común, no significa que debas esperar hasta el último momento. De hecho, las profesoras de nuestro preescolar acompañan el proceso para sea más relajado y exitoso.
1. ¿Está tu hijo listo para dejar el pañal?
El momento adecuado para comenzar el entrenamiento de baño es fundamental. Sin embargo, cada niño tiene su propio ritmo y no necesariamente estará listo al mismo tiempo que otros. Es importante confiar en las señales de tu hijo para determinar si está preparado para este proceso.
Según el Pediatrics Child Health Journal, puedes evaluar la preparación de tu hijo observando su comportamiento físico, su lenguaje y su actitud. Responder las siguientes preguntas te ayudará a saber si es el momento adecuado:
- ¿Está tu hijo psicológicamente preparado?
- ¿Qué dice tu hijo sobre usar el baño?
- ¿Tiene control sobre sus necesidades fisiológicas?
- ¿Posee las habilidades necesarias?
Las respuestas a estas preguntas te indicarán si ya es el momento de comenzar con el entrenamiento de baño.
2. ¿Está tu hijo psicológicamente preparado para no usar pañal?
Uno de los principales indicios de que tu hijo está listo es un patrón constante de orina y deposiciones. ¿Está tu hijo consciente de que necesita ir al baño? ¿Amanece con el pañal seco? Observa comportamientos como moverse o ponerse inquieto antes de hacer sus necesidades, como quejarse, o señalar su pañal, ya que todos son signos de que está empezando a ser consciente de sus necesidades. Además, asegúrate de que el entorno en casa esté libre de estrés cuando inicies el entrenamiento, evitando situaciones como viajes, la llegada de un bebé, visitas o cambios en la rutina.
3. ¿Qué dice tu hijo sobre ir al baño?
Tu hijo es el personaje principal en este proceso, por lo que su disposición es clave para determinar su preparación. Las señales de preparación incluyen que tu hijo te pida usar ropa interior o de “niño grande”, o que pida sentarse en el baño. Además, los gestos y movimientos, como intentar hacer pipí o popó, también son señales importantes. Si tu hijo empieza a decir “no”, esto puede ser una muestra de independencia, lo cual es una señal positiva de que está listo para comenzar el entrenamiento. Incluso si tu hijo te avisa que su pañal está sucio y pide uno limpio, también está manifestando su disposición a dejar los pañales.
4. ¿Tiene tu hijo control sobre sus necesidades?
Uno de los mayores desafíos durante el entrenamiento de baño son los accidentes, pero no te preocupes si ocurren, ya que son parte del proceso. La mayoría de los niños desarrolla control de la vejiga y los intestinos alrededor de los 18 meses. Sin embargo, cada niño es diferente, y algunos pueden estar listos antes o después. Un pañal seco después de dormir una siesta o de pasar varias horas es una buena señal de que tu hijo tiene control sobre sus necesidades.
5. ¿Tiene tu hijo las habilidades necesarias?
Para aprender a usar el baño, tu hijo debe ser capaz de realizar todas las acciones necesarias. Según American Family Physician, tu hijo te dará pistas sobre su preparación a través de sus habilidades, sus palabras y sus acciones. Si es capaz de quitarse y ponerse la ropa, o sigue instrucciones sencillas, es una señal de que está listo. Si además te imita y te sigue al baño, eso indica que está observando y aprendiendo tus hábitos.
En conclusión, el momento adecuado para comenzar el entrenamiento de baño varía de un niño a otro, ya que cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo. Aunque la Academia Americana de Pediatría sugiere iniciar alrededor de los 18 meses, no es necesario obsesionarse con una edad específica. Al igual que con otros hitos importantes, es crucial prestar atención a las señales que tu hijo da para determinar si está listo. Comenzar el entrenamiento de baño cuando tu hijo muestra disposición es fundamental para asegurar una experiencia exitosa y sin presiones innecesarias.